Suspensión: Presione la tecla de Suspensión o haga clic en Suspensión en el menú Iniciar/Apagar (Windows 10), o en el menú Apagar (Windows 8) para poner el equipo en modo de suspensión. Al cerrar la pantalla, las notebooks también pasan al modo de suspensión. El modo de suspensión guarda el estado de todas las aplicaciones abiertas en la memoria y, luego, apaga la pantalla y la unidad de disco duro. Solo se utiliza la energía suficiente para mantener los datos en la memoria. La reanudación desde el modo de suspensión se produce rápidamente, en la mayoría de los casos, en cuestión de segundos. El modo de suspensión es útil cuando debe detener el equipo durante poco tiempo. Sin embargo, en una notebook, mantener la energía para los módulos de memoria puede consumir toda la batería si la notebook no está conectada a la alimentación.
Hibernación: Haga clic en Hibernar (si está disponible) en el menú Iniciar/Apagar (Windows 10), o en el menú Apagar (Windows 8) para poner el equipo en modo de hibernación. El modo de hibernación guarda el estado de todas las aplicaciones abiertas en el disco duro y, luego, apaga por completo el equipo. El equipo no consume energía en el modo de hibernación. Al reiniciar el equipo, se regresa al estado anterior de todas las aplicaciones abiertas. La reactivación desde el modo de hibernación puede llevar más tiempo que regresar del modo de suspensión. Use el modo de hibernación si no necesita usar el equipo durante un período largo.