Cuando las temperaturas dentro del equipo superen los 35 °C (95 °F), el riesgo de daños a los componentes internos importantes aumentará.
Puede ayudar a evitar el sobrecalentamiento si se asegura de permitir una ventilación adecuada alrededor del equipo, de que los orificios de ventilación se limpian con regularidad, de que el equipo está en un entorno fresco y de que el BIOS está actualizado.
Es posible que experimente los siguientes problemas cuando el equipo se sobrecalienta:
Después de presionar el botón de encendido, el equipo se bloquea en una pantalla negra y Windows no se inicia, o Windows se inicia pero no responde.
Las tareas o aplicaciones básicas tardan más tiempo de lo habitual en completarse.
Windows no responde, se reinicia repentinamente o muestra un mensaje de error mientras está en uso.
Al jugar, de pronto los juegos dejan de responder.
Los ventiladores del interior del equipo hacen más ruido porque giran más rápido para disipar el calor.
El ratón y el teclado dejan de responder.
Hay muchas razones por las que el equipo puede sobrecalentarse, pero la más común es la acumulación de polvo en los ventiladores, lo que puede atrapar el calor. Reduzca el calor dentro del equipo para evitar que se dañen los componentes internos.
El equipo funciona con más fuerza y genera más calor cuando hay varias aplicaciones abiertas al mismo tiempo o mientras se juegan videojuegos gráficamente intensos.
Utilice los siguientes consejos para mejorar la eficiencia del equipo.
Cambie las aplicaciones que se ejecutan cuando Windows se inicia utilizando la pestaña Inicio en el Administrador de tareas.
Cierre las aplicaciones cuando haya terminado de usarlas.
Cierre el navegador de Internet cuando no lo esté usando.
Baje la resolución del juego y disminuya la configuración de los gráficos si el equipo se calienta más de lo habitual al jugarlo.
Si el problema persiste, continúe con el próximo paso.
Retire el panel lateral del equipo para comprobar si así se acaban los problemas de calor.
Los bordes de los paneles metálicos pueden provocar cortes en la piel. Tenga cuidado de no rozar con la piel ningún borde metálico dentro del equipo.
Examine los ventiladores que se encuentran dentro del equipo para asegurarse de que funcionen como se espera.
Si un ventilador no funciona correctamente, deje de usar el equipo. La exposición a temperaturas elevadas constantes puede dañar las piezas internas.
Limpie los ductos de ventilación del equipo de sobremesa para eliminar el polvo o los residuos que puedan acumularse dentro y alrededor de los ductos de ventilación con el paso del tiempo. El polvo y los residuos pueden obstruir el flujo de aire y hacer que los ventiladores trabajen más de lo normal para eliminar el calor.
Para reducir la probabilidad de problemas de sobrecalentamiento, asegúrese de que los ventiladores del equipo funcionen adecuadamente. La ventilación adecuada es importante para el buen funcionamiento del equipo.
Siga estas pautas para garantizar una buena ventilación:
Coloque el equipo sobre una superficie plana y resistente.
Deje por lo menos 15,25 cm (6 pulgadas) de espacio libre alrededor de cada rejilla de ventilación.
Si el equipo se usa a una gran altitud, a más de 1500 metros (5000 pies), esté atento para mantenerlo refrigerado. Al mover el equipo a una altitud más alta, la temperatura en el interior del equipo disminuye en aproximadamente 1 °C (34 °F) cada 300 m (1000 pies) de altitud.
El equipo funciona con más fuerza y genera más calor cuando hay varias aplicaciones abiertas al mismo tiempo o mientras se juegan videojuegos gráficamente intensos.
Utilice los siguientes consejos para mejorar la eficiencia del equipo.
Cambie las aplicaciones que se ejecutan cuando Windows se inicia utilizando la pestaña Inicio en el Administrador de tareas.
Cierre las aplicaciones cuando haya terminado de usarlas.
Cierre el navegador de Internet cuando no lo esté usando.
Baje la resolución del juego y disminuya la configuración de los gráficos si el equipo se calienta más de lo habitual al jugarlo.
Si el problema persiste, continúe con el próximo paso.
La pasta térmica puede secarse y agrietarse con el tiempo, lo que hace que los ventiladores del interior del equipo trabajen más y se ejerza más tensión al procesador. Sustituya la pasta térmica entre el disipador térmico y el procesador para ayudar mucho a que el equipo mantenga una temperatura interna óptima.
El sobrecalentamiento puede deberse a diferentes tipos de fallos de hardware.
Para obtener instrucciones sobre cómo comprobar si hay fallos de hardware para asegurarse de que su hardware funciona correctamente, consulte Equipos HP - Pruebas para fallos de hardware en Windows 10.
El equipo funciona con más fuerza y genera más calor cuando hay varias aplicaciones abiertas al mismo tiempo o mientras se juegan videojuegos gráficamente intensos.
Utilice los siguientes consejos para mejorar la eficiencia del equipo.
Cambie las aplicaciones que se ejecutan cuando Windows se inicia utilizando la pestaña Inicio en el Administrador de tareas.
Cierre las aplicaciones cuando haya terminado de usarlas.
Cierre el navegador de Internet cuando no lo esté usando.
Baje la resolución del juego y disminuya la configuración de los gráficos si el equipo se calienta más de lo habitual al jugarlo.
Si el problema persiste, continúe con el próximo paso.